Así mismo se revela la verdadera esencia del valor más allá del precio, mas allá del prestigio, más allá de las apariencias. El nuevo lujo se evidencia con una delicada sutileza a quienes tienen la educación y sensibilidad de apreciar lo esencial.

El arte de apreciar en estos tiempos de cambio de conciencia nos lleva a despojarnos de lo que solíamos aspirar. Por ejemplo unas gafas de sol estrambóticas, un traje superfluo o estar en el evento social más prestigioso del fin de semana.

El nuevo lujo se re-define con las ofertas que sean genuinas, responsables e incluyentes.

La re-evaluación del lujo viene tomando fuerza y durante la crisis por la pandemia de 2020, tomo su recta final. Vemos noticias como lo publica Nikkei Asian Review, donde se expone cómo la recesión lleva a los compradores de lujo en Hong Kong a vender sus artículos de lujo. Por consecuencia se evidencia la transformación del lujo, del prestigio aparente a lo trascendental.

Son los pilares realmente valiosos los que toman el protagonismo. Como por ejemplo marcas incluyentes con todos los tipos de personas, fortaleciendo su autoestima y no excluyentes con modelos inalcanzables que fomentan la inseguridad del individuo. Marcas que valoren la mano de obra de sus trabajadores y transmitan ese valor a sus clientes, quienes por consecuencia aprecian ese compromiso más allá del precio.

Como conclusión, apreciar lo esencial es lo que viene como consecuencia con este cambio de dimensión que estamos viviendo. Los clientes están re-evaluando el valor de las cosas y es nuestro deber como marcas acompañarlos en este cambio. Con una oferta de productos y servicios basado en una esencia real, sin apelar a las apariencias, ni al ego, ni al abuso. Se esta germinando un nuevo cliente y podemos ser quienes lo acompañen en este nuevo lujo.